La práctica de la meditación holista

Este libro expone los aspectos prácticos de la Meditación Holista, se presenta el modelo general, conformado por tres niveles: meditación Samatha, Vipassana y Vichara; y tres modalidades: formal, activa y cotidiana. Cuando se integran los niveles verticales y las modalidades horizontales obtenemos nueve grandes tipos de meditación que integran prácticamente todas las formas de meditación existentes. Este modelo ha sido muy didáctico y de mucha ayuda a los estudiantes de maestría, doctorado y postdoctorado en sus prácticas meditativas y lo utilizamos ampliamente en los retiros de meditación que frecuentemente realizamos. El modelo es totalmente práctico, tal como debe ser la meditación. Es por eso que, en este texto, el objetivo principal es atender los aspectos específicos que los meditadores enfrentan en las horas de meditación. Se exploran las dudas, problemas, obstáculos y logros que experimentan los meditadores en un contexto espiritual amplio. La meditación no puede ser extraída de su contexto espiritual ni de su base moral, es una práctica esencialmente espiritual que no puede ser utilizada en un contexto materialista, postmoderno o puramente social o académico. La meditación consta de tres componentes inseparables: desarrollo moral, atención plena y sabiduría. El desarrollo moral es la base sobre la que se levanta la meditación, por eso no puede existir meditación sin moralidad. Sin una base moral la meditación no puede existir; una vida moral crea las condiciones que posibilitan el desarrollo meditativo. Después, la meditación es generadora de sabiduría, no puede haber desarrollo de la sabiduría sin meditación, ya que la sabiduría es conocimiento directo del sí mismo, experiencia directa de nuestra verdadera naturaleza; aquí, la sabiduría no se refiere, obviamente, a conocimiento académico.La meditación debe ser entendida no sólo como un recurso para erradicar los estados mentales negativos sino también para cultivar y fortalecer los estados mentales positivos. Cuando se elimina un estado mental negativo surge en su lugar un estado mental neutro, que en general puede ser entendido como un estado de desinterés, apatía e insensibilidad, el meditador no debe quedarse en ese estado ya que no es la meta de la meditación y tenderá a regresar a los estados mentales negativos.