Obsesión

Por la petición de su padre, Pablo se encarga de cuidar a su hermana menor (Sami) desde el día en que nació. Entre la afinidad de correr las motos y la vida que le proporciona, no cabe duda de que su hermana lleva mayor importancia. Con el paso del tiempo, Sami madura y se independiza más, lo que complica más a Pablo en su papel de “protector”. Al final, la obsesión les lleva a todos a lo prohibido, involucrándolos así en graves problemas.


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Desde que éramos muy chiquitos, ha sido muy claro mi papel. “Cuidar a la niña” me decía inagotablemente mi papá. Como tenía yo tres años más que ella, me brindaron el maravilloso papel de lo imposible. Encargarme de criar a mi hermanita. Me acuerdo perfectamente el día en que nació. Todos lo recordamos. Según mi madre, mi papá siempre quiso una hija. Pues, ese día le llegó su regalo. Sami es su vida. No importa lo que haga ni lo diga, “No pasa nada mija” ―le dice siempre― “Lo que quieras vos”.