Un Talmudista Entre Evangelicos: A Proposito de Samuel Glusberg, La Levita Gris y Otros Textos

Lados de triangulo acerrimo En plena decada de vanguardias, al correr 1924, el muy singular Enrique Espinoza, seudonimo del escritor ruso-argentino Samuel Glusberg (1898-1987), publica un libro pionero de "cuentos judios de ambiente porteno", titulado La levita gris. Apenas se abre la levita, se ve el corazon del hombre, pues enseguida se nos presenta diciendo: "A Horacio Quiroga--maestro y amigo incomparable--dedico este libro de adolescencia". La obra contiene diez cuentos, de los cuales el sexto reenvia a la dedicatoria ("Don Horacio Quiroga, mi padre"). (1)