Conducida a Citas

Cuando el puesto de Jill Parnell es arrebatado por el favoritismo, a ella se le es ofrecida otra posición en el camino de hacerse socia de una firma, al pretender tener una cita con Ryan…el hombre quien le robó su trabajo.

 

La abogada conducida por su carrera, Jill Parnell, ha trabajado bastante y muy duro para convertirse en socia de Corbett, Gray y Shaw. Cuando la codiciada posición es dada al sobrino del jefe, ella hace lo que cualquier empleado inteligente haría… asistir a la boda de un colega y chismearlo con un socio de alto poder en otro bufete de abogados.


Su potencial nuevo jefe, tiene una sola condición para ella, que demuestre tener una vida personal la cual apoyará una próspera carrera. Pretender tener un novio está fuera de la zona de confort de Jill, pero invita al mejor hombre para actuar ese papel y Ryan está también muy ansioso por representarlo. Las chispas vuelan entre ellos, pero ella se recuerda a sí misma que sólo se ha conducido hacia esa cita para conseguir regresar al camino de hacerse socia de la firma.


Cuando Jill descubre que Ryan es el abogado que le robó su puesto, su farsa amenaza con desmoronarse. Pero la ruptura de su simulada relación, podría costarle el trabajo de sus sueños. Y cuanto más llega a conocer a Ryan, más está tentada a domar al chico malo y hacerlo suyo.