Los sueños de GN-I

Esta mañana, durante uno de los descansos para el café, su mirada recayó sobre J01, uno de los tantos robots del sector de análisis, el que siempre se sentaba solo en su mesa. Al fijarse bien, pudo ver que tenía entre sus manos algo que acaparaba toda su atención. El timbre para volver a las tareas habituales había sonado; J01 levantó lentamente en la mesa lo que llamaba su atención. GN-I tuvo una gran sorpresa: lo que el robot hacía con tanta pasión era la figura de un elefante y un girasol de papel. "Origami", pensó GN-I por unos segundos. Pronto se dió cuenta de que algo estaba cambiando; pudo sentir en sus circuitos lo mismo que en sus sueños. Por primera vez pudo imaginar sin conexión y sin ningún tipo de cables. Un mundo donde las máquinas podían existir sin el hombre, un mundo donde podrían crear y mostrar su arte sin miedos. Un lugar ideal y utópico.