La tormenta infinita
Descripción editorial
PRIMERA PARTE DE LA TORMENTA INFINITA
Veo, veo. ¿Qué ves? Una cosita. ¿Y qué cosita es?
Veo la cama de Eva Simón Márquez. Veo la cama de una estudiante de enfermería de veinte años que comparte piso en Oviedo con dos compañeras más. La cama está deshecha. Faltan las sábanas y el colchón está cubierto de sangre. Falta algo más. Falta un cuerpo. El cuerpo a quien pertenece la sangre. Cuerpo que no es difícil imaginar envuelto en las sábanas ausentes de esa cama.
¿Quién está detrás de la desaparición de Eva? Todos los que la rodeaban tienen algo que contar sobre ella y también algo que esconder. Sin ningún tipo de pista física, la inspectora Luján tendrá que fiarse de su intuición a la hora de separar la verdad de la mentira en cada uno de los testimonios que va escuchando.