“Reflejos de un alma sin nombre”
Descripción editorial
“Reflejos de un alma sin nombre”
La pizarra en blanco
Después de ser dada de alta del hospital, la protagonista, ahora sin nombre, encuentra refugio temporal y apoyo de una enfermera compasiva llamada Emily. Están decididos a descubrir su identidad y su pasado, perseguidos por el vacío de su memoria.
A medida que pasaban los días desde que el protagonista salió del hospital, Emily, la enfermera compasiva, se convirtió en una compañera confiable en su búsqueda para redescubrir su identidad. El individuo sin nombre sintió una mezcla de ansiedad y esperanza, lidiando con el enigmático vacío que alguna vez fue su memoria.
"Ojalá pudiera recordar algo, cualquier cosa sobre mí", le confesó el protagonista a Emily mientras paseaban por el parque donde fueron encontrados inconscientes. "Es como si fuera una pizarra en blanco sin pasado".
Emily sonrió tranquilizadoramente. "No te preocupes, lo resolveremos juntos. Comencemos por volver sobre tus pasos. Tal vez algo en este parque despierte un recuerdo".
Deambularon por el parque, disfrutando de las vistas y los sonidos. Pero cada árbol, cada banco, cada transeúnte parecía desconocido. El protagonista trató de forzar una conexión, pero siguió siendo esquivo.
"Tal vez necesitamos buscar más pistas", sugirió Emily. "Dijiste que había un diario contigo en el hospital. Regresemos y examinémoslo de cerca".
De vuelta en su refugio temporal, el protagonista recuperó el diario de sus pertenencias. Era viejo, las páginas amarillentas y desgastadas, pero contenía la promesa de respuestas.
Mientras hojeaban las páginas, bocetos crípticos y notas a medio escribir les devolvieron la mirada. "No puedo entender nada de esto", dijo el protagonista, con frustración en su voz.
Emily se inclinó más cerca para inspeccionar el diario. "Puede llevar tiempo descifrarlo, pero estos bocetos y notas pueden ser piezas de tus recuerdos, esperando a ser ensamblados".