Salvo mi corazón, todo esta bien
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- $ 44.900,00
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Descripción editorial
"Tal vez no quería solamente un corazón ajeno para seguir viviendo, sino también un corazón ajeno para empezar una segunda vida".
El sacerdote Luis Córdoba está a la espera de un trasplante de corazón. Es un cura amable, alto, gordo, pero su mismo tamaño hace que no sea fácil encontrar un donante. Como los médicos le aconsejan reposo y su residencia tiene muchas escaleras, recibe hospedaje en una casa donde viven dos mujeres, una de ellas recién separada, y tres niños. Córdoba, que es bueno y culto -crítico de cine y experto en ópera-, goza compartiendo lo que sabe con las mujeres sin esposo y los niños sin padre. Pronto se ve envuelto y fascinado por la vida familiar y, sin pretenderlo, empieza a desempeñar el papel de paterfamilias y a replantearse sus opciones de vida.
Salvo mi corazón, todo está bien es la historia de un sacerdote bondadoso -inspirado en un cura real- que pone a prueba sus creencias y su optimismo inquebrantable en un mundo hostil. Su crisis existencial, en medio de personajes llenos de ganas de vivir, nos muestra una visión del matrimonio como una fortaleza sitiada: los que están adentro quieren salir, y los que están afuera quieren entrar.
"Uno de los autores más venerados y exitosos de América Latina".
The Guardian
La crítica ha dicho:
Sobre El olvido que seremos:
"La más apasionante experiencia de lector de mis últimos años".
Mario Vargas Llosa
"Un libro hermoso, auténtico y conmovedor".
Rosa Montero
"Héctor Abad ha escrito una historia trágica e inolvidable".
J. M. Coetzee
"Lo que voy leyendo de Héctor Abad Faciolince lo voy guardando como migas de pan muy esféricas, pulidas, luminosas, para cuando tenga que atravesar el gran bosque de la noche".
Manuel Rivas
Sobre Tratado de culinaria para mujeres tristes:
"Este es un libro que serenamente conoce cómo es el ser humano, y cómo acortar, o reconciliar, la distancia entre el cuerpo y la mente".
The Guardian
Sobre Lo que fue presente:
"Una oda a los hombres vulnerables, aquellos que rompen con los roles de género y se dejan habitar por la fragilidad de la vida".
Florence Thomas
«Novela tierna y despiadada. [...] Un canto al amor y a la amistad, al dolor y a la soledad. Una novela con la que, otra vez, Héctor Abad Faciolince consigue el acierto de dejarnos sedimentos intelectuales y sentimentales difíciles de limpiar».
Leonardo Padura
«Uno de los escritores fundamentales de nuestra lengua. [...] El misterio de verdad no radica en el mal, que es común, sino en el bien, que es excepcional. La obra de Abad es un ensayo valeroso de explorar ese misterio».
Javier Cercas, El País
«Un poderoso alegato vitalista [que] se despoja de su envoltorio de biografía novelada o de relato testimonial para afianzarse como artefacto de ficción desde el que encarar cuestiones que solo la novela -la novela como arte- puede abordar».
Domingo Ródenas de Moya, Babelia
«Una reivindicación abierta de sentir, de apasionarse, de disfrutar de las cosas hermosas, un libro donde se defiende que la única esperanza que tenemos como humanos es seguir apostando por la belleza, por lo que nos hace inteligentes y mejores».
David Trueba
«Héctor Abad ha escrito una novela sobre la bondad sin ser ñoña, sobre el deseo sin ser sórdida y sobre la muerte sin ser dramática».
Fernando Iwasaki, ABC
«Una novela de reparación».
Albert Bensoussan, El País
«Ningún libro de Héctor Abad Faciolince ocurre fuera de la vida. Aunque diriman el duelo, la pérdida o el miedo, se aferran a ella».
Karina Sainz Borgo, ABC Cultural
«Quien toca este libro toca a un hombre».
Juan Cruz, El Periódico
«Aquí se obra el milagro de Abad una vez más, pues conforma una familia con los restos imposibles de varias familias rotas. En ello estriba su convicción de que el amor, el respeto, la convivencia, se entrenan, se adquieren, se luchan».
Reseñas de clientes
Todo estará bien…
Una vez más soy testigo de la genialidad literaria del autor, no solo el hecho de llevarme en medio de las letras hacia una increíble biografía de un hombre venerable, sino de ser, al mismo tiempo, un referente para tantas dificultades, realidades personales y alegrías que viví como religioso. Finalmente, estoy viviendo lo que Córdoba anheló en su vida y puedo decir, con mucha tranquilidad, que aunque mi corazón se vea roto o compuesto nuevamente, todo estará bien mientras el amor sea siempre el ideal que conduzca mi vida hacia la felicidad propia y en común, siendo preciso con mi prometida.