Prisionera del Diablo
Descripción editorial
Jack Farrel, un pirata apodado El Diablo, ha sido encomendado para buscar el tesoro robado de su gran Capitán el bucanero Henry Morgan. Con sorpresa nota que quien lo ha robado es una jovencita temeraria que niega el hecho, así que no puede hacer otra cosa que hacerla su prisionera hasta que confiese qué ha hecho con el botín.
Anne no sabe nada de tesoros ni de piratas. Lo único que sabe es que ese hombre al que llaman El Diablo la hace experimentar sensaciones que nunca pensó que existieran.
Nota de la Autora:
En lo que hoy día es la isla caribeña de San Andrés en Colombia, existe un lugar llamado “La cueva de Morgan”. Es una es una enorme roca de coral cuyos sedimentos han sido tallados por el agua de mar que disuelve las paredes y que en últimas conforman una serie de cavernas donde hay estalactitas y estalagmitas. La leyenda popular dice que en estas cavernas el pirata Morgan encontró el lugar perfecto para esconder sus tesoros -se sabe que esta isla, denominada Henrietta para ese entonces, era su paradero favorito entre asalto y asalto- sin embargo, nadie los ha hallado a la fecha, lo cual hace de esta historia una mera especulación, una fantasía producida por la imaginación de los lugareños.
O quizás no…