Ojo seco

Los ojos son los órganos sensoriales más desarrollados que presenta el organismo humano. Gracias a sus funciones es posible percibir formas, contrastes, colores, aun en condiciones de iluminación ambiental disímiles. La adecuada visión requiere de un sistema de lentes –córnea y cristalino– que permite enfocar el rayo de luz en un tejido sensible –la retina–. Sin embargo, aunque esta descripción destaca los elementos más importantes del ojo, no menciona todos los aspectos necesarios para una visión óptima.Situadas en la proximidad del globo ocular se encuentran las glándulas lagrimales. Sus secreciones se disponen en forma de una delgada capa inmediatamente por delante de la córnea. Esta interfase entre la córnea y el medio externo se conoce como film lagrimal, cuya función es de lubricación para evitar que el parpadeo produzca lesiones por fricción en la córnea.De aparición muy frecuente pero también inexplicablemente subdiagnosticado, el “ojo seco” es una afección ocular que puede producir cuadros clínicos que van desde ligeras molestias hasta verdaderos trastornos de la visión caracterizados por ardor, lagrimeo, prurito, y visión borrosa. Estos síntomas se relacionan con alteraciones del film lagrimal, ya sea por escasa producción o por una cantidad normal pero que se “evapora” muy rápidamente. Tanto por la asiduidad de este trastorno, como por la existencia de tratamientos de probada eficacia, hemos decidido colocar en sus manos esta obra que discurre entre temas elementales de la afección y novedades de reciente publicación. Por tal razón, esperamos que este miniatlas sea de su frecuente consulta.