Ex Libris
Confesiones de una lectora
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- 9,49 €
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Beschreibung des Verlags
"Ex Libris proporcionará momentos placenteros que los adictos a los libros reconocerán."
Alain de Botton
Como ocurre con muchos lectores voraces, para Anne Fadiman los libros que ha leído se han convertido en otros tantos capítulos de su historia personal. Los dieciocho capítulos que componen este volumen dan cuenta de una relación apasionada con los libros y con el lenguaje.
Ex Libris es un libro que trata de otros libros: de cómo comprarlos, de dónde y cómo leerlos, de cómo tratarlos. Con una prosa llena de encanto, Fadiman pasa con soltura de las anécdotas acerca de personajes como Coleridge u Orwell a divertidas historias de su familia. Dado que de pequeña jugaba a construcciones con los volúmenes de la biblioteca paterna ("Mis castillos ancestrales") y que solo se consideró verdaderamente ligada por el vínculo matrimonial cuando su marido y ella consiguieron por fin idear un sistema para unir sus respectivas bibliotecas ("Matrimonio de bibliotecas"), la autora es sin duda la persona más indicada para hablar sobre el arte de las dedicatorias, los perversos placeres de la búsqueda de erratas, los encantos de las palabras largas y las satisfacciones de la lectura en voz alta.
Una lectura imprescindible para los que aman los libros, para los que aman las palabras y, sobre todo, una lectura que nos hará comprender que muchas otras personas comparten esta pasión tan particular.
PUBLISHERS WEEKLY
The author of last year's NBCC-winning The Spirit Catches You and You Fall Down, has collected 18 essays about her relationships with books, reading, writing and words. Gathered from the "Common Reader" column Fadiman wrote for Civilization magazine, these essays are all inspired by interesting ideas--how spouses merge their large libraries, the peculiar pleasures of reading mail-order catalogues, the joys of reading aloud, how people inscribe their books and why. Unfortunately, some of these fascinating ideas grow fussy. The minutiae of the shelving arrangements at the Fadiman household brings the reader to agree with the author's husband, who "seriously contemplated divorce" when she begged him to keep Shakespeare's plays in chronological order. The aggressive verbal games waged in Fadiman's (as in Clifton) family are similarly trying: They watched G.E. College Bowl, almost always beating the TV contestants; they compete to see who can find the most typos on restaurant menus; and adore obscure words such as "goetic" (pertaining to witchcraft). At least the author is self-aware: "I know what you may be thinking. What an obnoxious family! What a bunch of captious, carping, pettifogging little busybodies!" Well, yes, but Fadiman's writing, particularly in her briefer essays, is lively and sparkling with earthy little surprises: William Kunstler enjoyed writing (bad) sonnets, John Hersey plagiarized from Fadiman's mother. Books are madeleines for Fadiman, and like those pastries, these essays are best when just nibbled one or two at a time.