The Tale of Bad Guts and Bad Blood

This tale is a legend that takes place in Aguadas, Colombia. The eighteen-year-old only child of a wealthy family was found dead by a maid of the family. Great commotion was felt in the mansion. They called their doctor, and he certified their son was dead.
They took the funeral to their church. The priest took a white dove in a cage to the cemetery. As soon as the coffin was buried, the priest opened the cage and the dove flew away to the sky.
Bad Guts and Bad Blood, a pair of thieves who were spying behind a mausoleum, changed the mood of the story from tragedy to comedy. Later on, they entered the cemetery and unburied the coffin and grabbed the dead man’s finger to pull out his gold ring. His finger was swollen, and the thieves pulled and pulled the ring until his finger bled. The dead man sat in his coffin and screamed, “Ayyyy!” At that moment, the white dove came back and sat on the casket. Bad Guts and Bad Blood were so scared that they ran one after the other to get out of the graveyard. When they got out, they found a police officer, but they immediately jumped the fence and fell in a hole. The young man was caught by the policeman who was an enigmatic, funny person. Now the story got more humorous. The cop took him to his home and there the sadness ended. It was discovered that he had a catalepsy attack. When his mother heard that his son and their young maid were having a baby, she fainted. The young couple got married and moved to Bogota, where he studied medicine.
Este cuento es una leyenda que se desarrolla en Aguadas, Colombia. El único hijo de 18 años de una familia prominente de este pueblo fue encontrado muerto por una criada de la familia. Se forma tremendo escándalo en la mansión. Llaman al doctor y éste certifica que ha fallecido.
Llevan el féretro a la iglesia y el sacerdote lleva al sepelio una paloma blanca en una jaulita. Cuando meten el ataúd en hoyo, el cura abrió la jaulita y la paloma voló al cielo.
Mala Entrañita y Mala Sangre, un par de maleantes que andaban de espías detrás de un mausoleo, cambian el ambiente de tristeza por una de comedia humorosa. Más tarde ellos entran al cementerio y descubren el ataúd y tratan de sacarle el anillo del dedo al muertito, pero su dedo estaba hinchado y el anillo no salía. Su dedo sangró y el muchacho se sentó y gritó, ¡ayyyyy! En ese momento la paloma blanca regresó y se paró en el ataúd. Del susto los maleantes corrieron para salirse del cementerio. El muertito revivido los siguió. Al salir de allí había un policía y Mala Entrañita y Mala Sangre brincaron la empalizada y cayeron en un hoyo. El muchacho fue atrapado por la policía que era otro personaje enigmático. Ahora el cuento se torna más gracioso. El policía lo lleva a su casa y allí se termina la tristeza de la familia. Descubrieron que el joven tenía un ataque de catalepsia. Cuando la madre escuchó que su hijo y la sirvienta esperaban un bebé se desmayó. Los jóvenes se casaron y se fueron con su bebé a una escuela de medicina en Bogotá donde él se graduó de médico.