NEBULAR Colección 1: La Base de Tritón

NEBULAR es una serie de ciencia ficción que te transporta al año 2113.
Es una era en la que las naciones-estado son cosa del pasado. Unida en la Unión Solar, la humanidad se enfrenta a su último gran reto: la exploración del Sistema Solar exterior.
La Flota de la Unión ya mantiene puestos científicos avanzados en las lejanas lunas de los gigantes gaseosos Júpiter, Saturno, Urano y Neptuno. Empresas privadas extraen materias primas y grandes naves espaciales viajan entre los planetas interiores. Se han superado las causas de los anteriores retrocesos de la civilización, como las guerras, las enfermedades y la pobreza.
Alrededor de diez mil millones de ciudadanos de la UE pueblan la Tierra, y otros 250 millones de personas viven en las crecientes colonias de la Luna y Marte.
El puesto más alejado de la Tierra se encuentra en Tritón, la luna de Neptuno. Se trata de un mundo helado y frío donde se asientan principalmente científicos y empresas privadas. La principal tarea de la tripulación es explorar el Cinturón de Kuiper, también conocido como Anillo exterior, con sus numerosos planetas enanos.
Los astrofísicos aprovechan la lejanía del cuerpo celeste para avanzar en la búsqueda de vida extraterrestre. Los científicos del nuevo proyecto SETI utilizan sus antenas receptoras para examinar las estrellas vecinas en busca de posibles señales de radio de civilizaciones extraterrestres. Un total de unas dos mil personas trabajan en la Base Tritón.
Los desiertos de hielo de la luna Europa de Júpiter, las tormentas de polvo de Marte y los mares primigenios de hidrocarburos de la luna Titán de Saturno han sido vistos por los viajeros espaciales de la Tierra con sus propios ojos, pero hasta ahora no han encontrado vida extraterrestre.
Establecer un contacto pacífico con las civilizaciones extraterrestres del espacio sigue siendo uno de los objetivos más importantes de la humanidad. Inconscientemente, la mayoría de los científicos esperan que estas formas de vida sean similares a nosotros y que la comunicación sea posible. Hasta ahora, la búsqueda ha sido infructuosa, pero esto no excluye la posibilidad de que existan en las infinitas extensiones del espacio y ya nos estén observando.