Bajo tus condiciones
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4.3 • 3 calificaciones
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Descripción editorial
Christian Hawthorne es un magnate británico tan atractivo como temperamental, cuya prioridad es vengarse de Rory Connely. A pesar de estar acostumbrado a mover las fichas a su antojo, manipular sin conciencia y seducir con su encanto, el sexy empresario no puede prever que la dueña de un par de luminosos ojos verdes y un cabello indomable como el fuego se cuele bajo su piel y desestabilice su mundo. Pero Christian es implacable y reconoce en Emma la pieza perfecta para lograr sus fines contra Rory.
Emma Connely está acostumbrada a los lujos y a la sociedad frívola en la que se ha visto envuelta desde siempre. Para alejarse de ese entorno de opulencia intenta labrarse un nombre por su cuenta lejos de la sombra de su apellido. En medio de una inesperada debacle económica familiar y del recuerdo de una decepción amorosa, Emma es acusada de robo y estafa, y por si fuera poco, se ve envuelta en un chantaje que la obliga a casarse con Christian Hawthorne, un hombre imponente que la trata con desprecio y altivez.
Ambos deberán enfrentarse a sus propios miedos, a los sentimientos que surgen entre ellos, al pasado y al presente. Juntos se pondrán a prueba en una historia que los empujará a decidir si son capaces de amar o si el resentimiento y el dolor prevalecerán en una relación que empezó como una venganza.
Reseñas de clientes
Bajo tus condiciones
La novela es muy bonita, sobre todo porque muestra a unos personajes con carácter, respetable y capaces de hacerse valer. Yo he estimado mucho a Emma y lo que la escritora describe de ella es bastante real. Su amigo Adam también se muestra como un personajes bien construido, además de que su fidelidad es absolutamente estimable. Sin embargo, Christian, deja mucho que desear en su construcción como personaje. Es guapísimo, claro, tenía que serlo, además, es un hombre de carácter, hecho a si mismo, implacable en los negocios, en fin; por eso no me cuadra que con el mundo que tiene y toda su experiencia, este tan lleno de prejuicios; juzga a Emma de ser una mujer materialista, frívola, coqueta y fácil, por ello piensa que ha sido amante de la mitad de los hombres que habitan en Londres y sin embargo exige casarse con ella, además de que la desea con locura, a pesar que ha tenido todas las mujeres que ha deseado. Por otro lado, como negociador, se las sabe todas, descubre un desfalco y no investiga a profundidad y se queda con la simpleza de lo que le dicen sin hacer una investigación mayor. En fin, creo que la autora debe dejar de forzar las escenas para justificar esos personajes virginales y delicados frente a hombres arrogantes y de mundo que sucumben frente a esos atributos.