El respeto al Bet Hakneset (sinagoga) y los libros de Torá
Descripción editorial
La Guemará (las enseñanzas detalladas del Talmud escritas hace dos mil años aproximadamente en Babilonia e Israel) pregunta: "¿Por qué los Anshé Kneset HaGuedolá, 'Los hombres de la Grande Asamblea', fueron llamados con ese calificativo (de 'Grande Asamblea')?".
Contesta la Guemará: "Por cuanto que ellos Ijziru Haatará Leyoshná, 'Regresaron Su gloria a su máximo esplendor…'". Y la misma Guemará explica a qué se refiere esto:
En la Torá, Moshé Rabenu (Moshé nuestro maestro) enalteció a Dios con varias y muy especiales alabanzas, que son: HaEl ("El Todopoderoso"), HaGadol ("El Grande"), HaGuibor ("El Fuerte"), HaNorá ("El Temido").
Después de muchos años, cuando vino el profeta Irmiyahu (Jeremías), únicamente mencionó: HaEl ("El Todopoderoso"), HaGadol ("El Grande"), HaGuibor ("El Fuerte"), y no mencionó la alabanza HaNorá ("El Temido"), ya que Nebujadnetzar (rey de Babilonia) tuvo la fuerza para entrar al Bet HaMikdash (el Sagrado Templo en Jerusalén hace más de dos mil años) y hacer cosas horribles dentro. Por eso Irmiyahu no dijo HaNorá ("El Temido"),, ya que Nebujadnetzar no sentía ese temor a Dios y el profeta pensó que Dios había perdido lo temible (D-os no lo quiera).
Después vino Daniel y únicamente mencionó: HaEl ("El Todopoderoso"), HaGadol ("El Grande"), HaNorá ("El Temido"), y no mencionó: HaGuibor ("El Fuerte"), ya que los goyim (gentiles, no judíos) habían esclavizado a los Yehudim (judíos) durante decenas de años y pensaba que la fuerza de Dios se había ido.
Llegaron los Jajamim (Sabios) de Anshé Kneset HaGuedolá y establecieron la Tefilá (el rezo) completa, con todas las alabanzas a Dios, y ellos decían que precisamente esa era Su fuerza; es decir, incluso el hecho de que los goyim esclavizaran a Su pueblo y destruyeran el Bet HaMikdash demuestra que esa es su fuerza, ya que Él está gobernando su instinto, pues en lugar de matar a toda esa gente, les dio la oportunidad de regresar en Teshubá (arrepentirse).
Por eso los Jajamim de Anshé Kneset HaGuedolá se llamaron "Grandes", ya que "Regresaron la corona a su origen…"; es decir, el honor y el respeto hacia Dios que se habían perdido, ellos los regresaron.
En nuestros días, cada uno de nosotros tenemos la fuerza y la posibilidad de "Regresar Su gloria a su máximo esplendor…" dando a Dios el honor que merece, el respeto que debemos darle. ¿Cómo? Honrando y respetando su Casa, que es cada Bet Hakneset que se encuentra en el mundo, en los que últimamente se han "evaporado" ese honor y ese respeto con pláticas vanas, teléfonos celulares, pleitos, chismes y muchos actos negativos más.
Debemos saber que en nuestras manos está la oportunidad de volver a crear ese ambiente que se vivía hace mucho tiempo con nuestros propios abuelos, que conocían el valor de dar todo honor a Quien todo honor merece: Dios, el Dueño del Mundo.