Esta presencia de la Trinidad que traigo en el alma

Para  santa Teresa de Jesús (1515-1582), no se puede pensar ni siquiera en el inicio del proceso espiritual, si no es buscando a Dios en el interior, es por ello que no puede concebir a un creyente que no esté inhabitado, como si esto si fuese algo accesorio y de poca importancia para la identidad del ser cristiano, algo exclusivo de los privilegiados del Señor. Pues, “la inhabitación trinitaria es principio, fuente y meta de la acción salvífica de Dios como anticipo de la bienaventuranza. Por eso podemos decir que pertenece a la parte central de la teología, de la vida de las almas y de la Iglesia”