Ramoncito Rivera

El titulo probablemente les parezca familiar, muy popular. Me parece completamente razonable; cada quien tiene su propia historia, y sin duda es verdadera. Como dijera Don Miguel de Cervantes Saavedra: “La historia es como cosa sagrada; porque

ha de ser verdadera, y donde está la verdad esta Dios, en cuanto a verdad”.

Ojala tuviéramos la bendición de conocer la historia de cada persona, ¿Lo podríamos imaginar?

Este es un simple testimonio en forma escrita, y no tiene otra finalidad más que compartir con ustedes este sublime gozo, alegría y regocijo que me dio el amor que me brindó el Señor Jesucristo, a quien doy infinitas gracias por haber tenido compasión de mí. Salvar mi alma y las de toda mi familia, y darme la oportunidad de predicar su nombre.

Empecé a escribir tratando de desglosar de alguna manera el argumento de mi humilde canción “Una historia verdadera”. Comencé a recordar tantas historias, vivencias y testimonios (por supuesto que no son todos) y esto fue lo que resultó. Porque, sinceramente las cosas que aquí se relatan me dejaron muchas enseñanzas, y gran provecho espiritual; ruego humildemente a mi Dios que este testimonio pueda de alguna manera beneficiar a alguien. Y si así fuera le agradezco doblemente a mi Dios y a usted que me conceda el privilegio de leerlo.