Pecadores en las manos de un Dios airado
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Edwards y el Gran Despertar
Según una tradición, no estaba programado que Edwards predicara en la capilla de Enfield el 8 de Julio [1741], pero lo hizo en sustitución de otro predicador. Aparentemente, el Gran Despertar no había llegado aún al distrito y reinaba allí una total indiferencia de que sucediera o no, tanto que cristianos de distritos vecinos habían dedicado casi toda la noche anterior a la oración, no fuera que “mientras las lluvias divinas sucedían todo alrededor”, no las hubiera en Enfield. Edwards tomó como su texto Deuteronomio 32:35: “A su tiempo su pie resbalará”, repitiendo un sermón que había predicado en su propia iglesia poco antes sobre el tema: “Pecadores en manos de un Dios airado”. [Eleazer] Wheelock reportó a [Benjamín] Trumbull cómo los presentes, que había caracterizado como “indiferente y presumida”, tanto habían cambiado antes de finalizado el sermón que se habían “humillado con una convicción tremenda de su pecado y peligro”. –Iain Murray, Jonathan Edwards: A New Biography (Edinburgo, Banner of Truth, 1987), 168.