Eduque a los niños para Cristo
Descripción editorial
Existe pues, la necesidad de apelar a los PADRES DE FAMILIA CRISTIANOS, en vista de la actual condición del mundo. Usted da sus oraciones y una porción de su dinero. Pero, como dijera la creyente ya citada: “¿Qué padre cariñoso no ama a sus hijos más que a su dinero? ¿Y por qué no han de darse a Cristo estos tesoros vivientes?”. Este “procurar lo nuestro, no las cosas que son de Cristo” debe terminar, si es que alguna vez el mundo se convertirá. Debemos poner manos a la obra y enseñar a nuestros hijos a conducirse con fidelidad, de acuerdo con ese versículo: “Y por todos murió, para que los que viven, ya no vivan para sí, más para aquel que murió y resucitó por ellos”.