Llamaradas de la boca del dragón. Este juego es más peligroso que la ruleta rusa

Leo, Olimpo y Ausencio se apasionan jugando en casa de Emi a “Jalarle la cola al dragón”, un simulador en el que hay que desactivar reacciones en cadena, antes de que se produzca la explosión. Tania y Rebe, que los ven jugar se aburren y se van al cine. Enrique y Emi se van a comer algo. Cuando pierde Ausencio, es el turno de Olimpo, quien ha desarrollado tal habilidad en el juego que hace desesperar a los que esperan. Mientras le toca su turno, Leo se duerme y cuando despierta las cosas son intimidantes: hay explosiones por todas partes, sus amigos no están. En la televisión hay noticias de accidentes nucleares ocurridos en el pasado como los de la planta de Windscale, el reactor SL-1 en Idaho Falls o el de la central de Browns Ferry. En la casa sólo se encuentran Emi y Enrique, que casualmente están hablando de accidentes nucleares, como el de la Isla de las Tres Millas; a todas sus preguntas le responden con datos sobre accidentes nucleares. Finalmente aparecen Olimpo y Ausencio y le dicen que es importante huir, pues existe un gran riesgo de explosión. Leo desea huir, pero antes busca a Rebeca. Para su sorpresa quien aparece en vez de Rebeca es Fernanda mostrando una risa burlona que espanta, la aventura termina cuando...