De las democracias, las posturas políticas, hasta el síndrome del desfalco estatal‪.‬

Latinoamérica, no deja de ser considerada un laboratorio político y social, los intervencionismos continúan, lamentablemente todavía algunos líderes políticos contienen sueños por instaurar sistemas políticos que han sido comprobados como ineficaces y nada efectivos para erradicar la pobreza.



El problema de las democracias Latinoamericanas, no residen en su modelo político, sino en la incapacidad de modelar estructuras auditoras capaces de controlar el desmedido gasto público. El descontrol en el manejo de fondos públicos, y la tentación por agenciarse de una parte del presupuesto público hace que surjan individuos con la capacidad intelectual para promover estructuras corruptas que beneficien a ciertos círculos y así mismos.



Las democracias latinoamericanas no han sido tan sólidas en su base política, y desde la época colonial se ha demostrado que la intervención ideológica ha tenido un protagonismo crucial que ha determinado que los sistemas políticos de cada nación latinoamericana no encuentren un nacionalismo particular que los identifique en un bien común para crear estados basados en desarrollo regional.



Es inconcebible pensar que a doscientos años de independencia colonial, aún los estados y países latinoamericanos no logren un desarrollo económico, y que la mayoría de la población se encuentre en estado de pobreza. Pareciera que la democracia como sistema político no es eficaz para erradicar los problemas políticos, sociales y económicos de las naciones que la adoptan.