Orgullo y prejuicio

Si bien, no es un romance (para mí) profundo e inigualable, sí lo es para admirar y recrear. Para esos años, dejarse llevar por la efusividad y los sentimientos, no era lo más correcto. Antes a estos estaban las clases sociales, la moral y los principios; que muchos estaban llenos de censura y opresión femenina. Por ello, aplaudo y me emociono por esta historia. Porque nos retrata un romance donde el consenso y el amor romántico no emana de la belleza física, del valor monetario ni del status que un compromiso como el matrimonio puede proporcionar principalmente.

El señor Darcy lo menciona, careció de opiniones contrarias a las suyas, fue instruido para diferenciar el bien y el mal sin cuestionar, y le faltó más atención de autointrospección en el orgullo. Sin embargo, no dejó que todas esas deficiencias le hicieran forjar una imagen prejuiciosa sobre Elizabeth. Y es por ello, que comprendo el porqué este personaje es digno de admiración por los lectores; y porqué él es el estándar.

El señor Darcy pudo haber insistido por encima de todo y todos con sus sentimientos hacia Lizzy, como indicaba el señor Collins cuando Elizabeth le rechazó. Porque “presionar” estaba bien, era muestra de interés (y me duele aceptar que se siga pensando así) y un juego (según) de ego en las mujeres. Pero, él aceptó la negación de ella, sin reclamos, sin minizar sus sentimientos y sin menospreciarle por sentir menos o nada en comparación.

A diferencia del Sr. Collins, y su desesperada manera de buscar una esposa, quien le fuese fiel y sumisa. El Sr. Darcy enriquecía su admiración al carácter de Elizabeth, se interesaba por quien era y se encariñaba por lo que ella representaba. Lo que demostraba que él le brindaría una relación más consensuada e igualitaria.

Puede que al principio este hombre antipático no sea agradable, pero su desarrollo, fue genuino en comparación a los demás personajes, junto con Elizabeth. Porque sus actos e intereses les hicieron adentrarse a una autoevaluación de principios y moral, que con sus caracteres fuertes, les era difícil de reconocer.

Pero, Darcy no pudo ser más interesante que Elizabeth para mí. Pues esta es una gran representación de ser mujer en sociedad. Ella fue siempre fiel a sí misma, no interpuso los sentimientos ajenos ante los suyos; no buscaba aprobación porque sabía quién realmente era y aunque su orgullo era igual de grande que su amor por el Sr. Darcy, supo valorar los actos de amor y servicio que este le brindaba con sinceridad y sin buscar beneficios. Digno de admirar hoy y en esas épocas.

No entendí por que el Señor Darcy es la expectativa

Me encantó la historia, la narrativa.