Homo Erectus Agitato

“Pensando en los cuentos de Felipo Zaná me pregunté si acaso había algo así como porno rupestre y yo no lo sabía… pero sí: acabo de ver una serie de pinturas arcaicas con motivos sexuales, el Homo Erectus sintió la necesidad de pintar en un muro su pipí, hay pruebas. ¿Pero por qué haría tal cosa? Por una erección mal canalizada, sin duda. Esto ya lo dijo Freud, le llamó sublimar. Pero lo dijo en serio, es decir, creía que lo que estaba diciendo era verdad. Felipo Zaná, por su parte, juega con la gravidez que el psicoanálisis le ha dado a esa idea. El primer cuento presenta a un muchacho que se masturba en un baño viendo porno en un celular y de repente resulta que él mismo es el protagonista de un video porno viral que no se sabe de dónde salió, ni quién lo grabó, ni cómo. Sólo entonces nuestro muchacho tiene éxito con la chica que le gusta, como si verse proyectado en una pantalla fuera condición para ser un hombre: no le basta la prueba que tiene en las manos, tampoco meter el dedo, a lo Santo Tomás. A mí me parece que un relato es una trampa bien dispuesta, lo suficientemente bien dispuesta para que el lector caiga en ella, aun sabiendo que es una trampa. En el caso de los cuentos de Felipo Zaná, esa trampa es la risa; el lector debe pisar con cuidado.”

David Gil Alzate, Escritor

“Homo Erectus Agitato es un libro inteligente, agudo y despiadado que rescata al lector con el humor poderoso del lenguaje cotidiano. Me declaro fan del humor en los cuentos de Felipo Zaná”. 

Juan Diego Mejía, Escritor