A prueba de fuego
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Descripción editorial
La aventura americana de Rafael Guastavino, el arquitecto español de Nueva York.
Nueva York 1881: en uno de los barrios más populares malviven el pequeño Rafaelito y su padre, Rafael, un reputado maestro de obras valenciano que lucha por demostrar su talento en la gran urbe. Lo acecha la ruina absoluta. Pero gracias a su genio infatigable, ese hombre alcanzará fama y fortuna al construir los edificios emblemáticos que han dado su perfil a Nueva York. Javier Moro nos presenta al singularísimo Rafael Guastavino, un auténtico genio de la construcción que deslumbró a los grandes magnates norteamericanos, conquistados por las técnicas que empleaba en sus obras para evitar los incendios, el mayor mal de las megalópolis del siglo XIX. Tuvo una vida jalonada de éxitos: de su estudio salieron construcciones tan «neoyorquinas» como la Estación Central, el gran hall de la isla de Ellis, parte del metro, el Carnegie Hall o el Museo Americano de Historia Natural.
Reseñas de clientes
Quién debe juzgar?
Sin caer en el determinismo extremo, reconozco que muchas situaciones en la vida de las personas resultan como eventos emergentes impelidos por decisiones o circunstancias del pasado que se remontan unas sobre otras y empujan con fuerza en el comportamiento y que a su vez marcan sensiblemente la vida de las personas del entorno.
Es complejo hacer de juez moral y censurar de buenas a primeras a los demás porque son muchas las facetas que componen a las personas e impredecibles la presión de las circunstancias ni las vivencias de cada uno.
Cierto es que las normas sociales, la moral y la ética representan la ruta a seguir para procurar una convivencia pacífica, ordenada y justa pero, en ocasiones la naturaleza humana es mucho menos dócil de lo que pretenden esas regulaciones.
En esta novela vemos a un protagonista superado por sus impulsos y transgresor de las normas y a la vez, sensible ante su propia proyección de debilidad que procura redimir en diferido, con sus mejores intentos posibles. No es eso, acaso, la trama del diario vivir humano?