Hacia el futuro poscovid

En la azarosa travesía hacia la era poscovid, México y los demás países del orbe siguen compartiendo viaje en el mismo barco, aunque en camarote distinto. Como sea, el destino se estrelló de golpe en todos los territorios y colectividades con su cuota de muerte e incertidumbre, con su aterradora cauda de crisis económica, hambre y sueños vanos.
En contrapartida, la lucha se torna entonces universal: Ademas de resistirse a bajar del todo la cortina, o a levantarla de nuevo sin las previsiones del caso, los gobiernos, y en particular las personas, hoy más que nunca se preguntan: ¿A dónde vamos?
¿Cuáles y cuántos seres humanos podremos resistir lo que viene? ¿Qué cambiará de nosotros? ¿Hasta qué punto se transformarán nuestros conceptos filosóficos, nuestra idiosincracia, nuestra relaciones interpersonales? ¿De qué manera se modificarán las estructuras políticas y financieras de cada país y de los bloques regionales? ¿Hacia dónde se encaminan las nociones y prácticas de gobernanza y seguridad nacional, de la salud pública y educación, nuestras prácticas laborales? ¿Qué papel desempeñará en todo esto la tecnología? ¿Hacia dónde se redirigen el comercio doméstico y el comercio internacional?
Otra pregunta fundamental es qué tan hondo están calando las tragedias personales y colectivas, las secuelas emocionales por las pérdidas de seres queridos, y si acaso estas madejas de dolor alcanzarán un día a relajarse en un entorno de inseguridad permanente.
Palabras más, palabras menos, los especialistas que hablan para esta Edición Especial coinciden en algo: o cambiamos todos o nos perdemos todos.