Humano demasiado humano

Esta obra de Nietzsche es un conjunto de aforismos escritos en su mayoría en la estadía del filósofo en la ciudad italiana de Sorrento. Marcan una nueva etapa en sus reflexiones, considerada generalmente la segunda de tres fases establecidas tradicionalmente en el análisis de su obra: la primera con El origen de la Tragedia y las Consideraciones intempestivas influenciado por Wagner y la filosofía de Schopenhauer; la segunda con los tres grandes libros de aforismos: Humano, demasiado humano; Aurora y La gaya ciencia. La tercera y última etapa comprende desde Así hablo Zaratustra hasta su ingreso en la locura.

 Nietzsche escribe este libro entre 1876 y 1878, tenía treinta y dos años y hacía ocho que era profesor de filología en la universidad de Basilea, su salud era inestable y sus escritos ya empezaban a tomar las características tan particulares de su pensamiento.

 Si bien anteriormente ya se comenzaba revelar el blanco al que apuntan sus flechas, es en Humano, demasiado humano en donde se hace explícita la lucha contra el idealismo. Un idealismo platónico, cristiano y moralizante que ha idealizado todas las áreas de desarrollo humano incluyendo el arte. Inaugura un camino de despedazamiento de los ideales de la humanidad, pero llega a él a través de una auto exploración y de un análisis de su entorno. Por ello, deja a un lado la opción del arte como redención del hombre.

 Nietzsche no propone otro ideal para que ocupe el lugar de viejos ídolos, no, él cuestiona su lugar mismo y la necesidad de sostener alguno, cuestiona la aceptación de un mundo irreal en el sentido más pleno de la palabra. No es una guerra de fuerzas en un mismo nivel: “Es la guerra, pero una guerra sin pólvora, ni humo, sin actitudes bélicas, sin pathos ni contorsiones que caracterizan al idealismo”.