El Viajero

Él o ella cuando se ven o se toman de la mano el recuerdo de ese contacto trasciende el tiempo y se apodera de todo su ser. Los invade un sentimiento de familiaridad se siente que se conoce profundamente a esa persona.
La historia, de Aarón y Lía es una historia fascinante como todas las historias de almas gemelas, es una historia cargada de magia y encanto, de preguntas sin respuestas aparentes, envuelta por las dudas de la incertidumbre, el miedo a lo desconcertantemente conocido pero donde prevalece un ferviente deseo de encontrar la felicidad para sus vidas y existencias, de encontrar lo que se perdió en uno de los senderos de la eternidad y de esperar el arribo del amor verdadero en esta vida.

Hemos muerto incontables veces, hemos nacidos una y otra vez, para seguir caminando por el sendero del aprendizaje y la evolución, la muerte es parte de la vida, es sólo una desconexión momentánea completamente necesaria para nuestra alma. No alcanzamos a aprender en una encarnación. El aprendizaje es lento y paulatino como el agua que corre por un río poco a poco sigue su camino hasta llegar al mar.
En cada una de las vidas hay lecciones que aprender, amigos de viajes que reencontrar, te ha sucedido que vas por medio de la calle y te encuentras con alguien que dices ¡a esa persona yo la conozco!, pero no puedes recordar de dónde, pero algo en ti despierta y recuerdas a ese ser... lo conoces, no en esta vida, pero sí en otras, tal vez fue tu amigo, tu novio, tu sobrina, en fin un mundo de posibilidades, sólo cambia el traje, la esencia sigue siendo la misma, algunas veces somos padres de nuestros padres, hijos de hermanos, así vamos viajando por los senderos de la eternidad aprendiendo, cometiendo errores, riendo, llorando y amando, el amor también es un viajero, nos acompaña, nos alienta a seguir con confianza hacia adelante, esto se podría explicar como el amor a primera vista, las almas recuerdan a quienes se ha amado, en otros tiempos, en otros lugares, en otra tierra, esos ojos los has visto antes... hablas con esa persona y pareciera que la conocieras de toda la vida, hay algo dentro de ti que se activa y sólo sigues escribiendo una historia de amor que dejaste atrás, el amor, los amores nunca nos abandonan, siempre a quienes se ha amado vuelven a aparecer en nuestro camino, muchas veces para aprender juntos una nueva lección, otras para no cometer los mismos errores que se cometieron, algunas para ser felices conscientemente y perdonar. Pero sea la circunstancia que sea ese amor nos trae un mensaje, una misión que hay que realizar, nada sucede por casualidad. Nada sucede por nada y todo sucede por algo, nuestra luz interior es capaz de ver los detalles esenciales del reencuentro: "Una nueva posibilidad para amar". “Volver a nacer, volverte a encontrar…”