El viejo Yopa

Éste, como todos los libros de ficción, es una ventana abierta al mundo de la imaginación, la madriguera del conejo por donde Alicia dejó su mundo y entró a otro más fantasioso. No se trata, por supuesto, del mismo agujero, pues cada libro lleva por senderos diferentes a la tierra imaginada del autor y la descubierta por el lector. Su misión, en caso de ser aceptada, le diría una voz grabada si usted fuera Ethan Hunt, es abrir la puerta de esa otra dimensión, donde un ángel y una fantasma pueden enamorarse, donde la Belleza está buscando un rostro en la aldea de las emociones humanas. Descubrir que la muerte tiene rostros distintos, o tomarse una foto desnudo en el zócalo de la ciudad de México bajo la lente de Spencer Tunick, o beber de los tónicos milagrosos de un merolico, o descubrir que en una de sus vidas anteriores fue Beethoven. 37 relatos con los temas más universales de la literatura como el sexo, el amor, la locura y la muerte, confeccionan historias profundamente humanas.