Historia de los Mundiales de Fútbol
Descripción editorial
En ningún momento de los últimos 110 años la trayectoria de los Mundiales de Fútbol estuvo desconectada de la realidad socioeconómica de los países, involucrados o no en sus disputas. Mismo antes de convertirse en el evento que, hoy, mueve miles de millones de personas y cifras financieras extraordinarias, el torneo de fútbol entre naciones que se realiza a cada cuatro años, estuvo marcado por innúmeros vuelcos del contexto político internacional, dudas y tragedias, crecimiento y evolución técnica, movilización social además de su utilización por los poderes constituidos.
La piedra fundamental del Campeonato Mundial de Futbol realizado como evento independiente, fuera de los Juegos Olímpicos, se planteó ya en el momento de la fundación de la FIFA, en 1904, pero sólo se hizo efectiva después de la Primera Guerra Mundial, siendo que el primer país sede (Uruguay) se había definido en 1929, durante el Congreso de la entidad, realizado en Barcelona, aún en un ambiente de intensa inestabilidad geopolítica. Se definió además que se disputaría el Mundial a cada cuatro años, de forma alternada con los Juegos Olímpicos, con una diferencia de dos años entre sendos eventos. Para la organización serian designados países de Europa y Sudamérica, en un principio de forma alternada entre ambos continentes, y la participación estaría abierta a todas las naciones afiliadas, a través de un sistema de competición eliminatoria, cuyos vencedores compondrían la fase final.
El Mundial llega a su 20ª edición en 2014, en Brasil, logrando números estratosféricos de popularidad y de mercado. El fútbol alcanza en la actualidad, más de 4 mil millones de personas, una cuota superior al 60% de la población mundial. Gracias a la práctica o a la comercialización de la modalidad, se emplean cerca de 500 millones de trabajadores. Multimillonarios contratos publicitarios y de concesión de derechos de transmisión a través de todos los medios, mantienen activa la devoción a los ídolos de ese fenómeno de masas. Sólo un torneo de esa magnitud es capaz de concentrar la crème de la crème profesional del sector, todos los grandes nombres reunidos en un maratón de partidos a lo largo de 30 días para ofrecer la más grandiosa demonstración de pujanza deportiva que se haya conocido jamás.