Caminos de Acero

Historia, política y espionaje. Simón Lund, hijo de un danés y una española, es un historiador educado en Alemania y con un doctorado en historia en Inglaterra, con una breve experiencia con arqueólogos del Museo Británico en excavaciones en Egipto y en Venecia antes de la Segunda Guerra Mundial. En sus actividades en el museo hace contactos con personas allegadas al servicio exterior británico y tras el fallecimiento de su esposa, es reclutado por su capacidad analítica y dominio de varios idiomas. Al estallar la Segunda Guerra mundial recibe entrenamiento y es enviado a Dinamarca, su país natal, ocupado por tropas alemanas, donde realiza labores de inteligencia para el gobierno británico y se relaciona con la resistencia. Allí conoce a un Coronel alemán que manifiesta descontento con su ejército y deseos de desertar. Lund lo captura y lo traslada a Inglaterra en un pequeño navío utilizado para transportar judíos que intentan escapar de los nazis.

El éxito de su misión lo lleva a una entrevista con Churchill. Pronto es asignado a Italia donde debe coordinar los esfuerzos de los partisanos contra las tropas alemanas en los últimos meses de la guerra. Concluida ésta, decide viajar a América y selecciona a Venezuela, que vive sus primeras experiencias en la elección directa del congreso y el presidente y está recibiendo emigrantes europeos. Se transforma en profesor universitario, sus libros sobre la historia de Europa tienen éxito y además regenta una librería, sitio que sirve para el intercambio de información entre los opositores al posterior gobierno de Pérez Jiménez. Allí se reencuentra con el Coronel alemán, que lo percibe como una amenaza por conocer parte de su tortuoso pasado y trata de asesinarlo. La trama de la novela ocurre en Dinamarca, Inglaterra, España, Irlanda, Italia, Hungría, Egipto y Venezuela, con reflexiones sobre la política y la cultura de cada país entre 1929 y la década de 1960.