Fotografia, Iconofobia y Las Ruinas Del Arte Conceptual

El arte conceptual sigue marcando el arte del presente, como si aquello que descubrio sobre el poder y la estetica fuera el desafio implicito de todo arte serio. Pero este desafio, por supuesto, no tiene un legado uniforme, del mismo modo que el arte conceptual no tiene un conjunto de posiciones estables. Si el arte conceptual sigue existiendo hoy no es por la transmision de ninguna ortodoxia, sino a traves de sus aporias, errores y tergiversaciones. Por esa razon sigue fascinando: pese a sus tendencias megalomaniacas y mesianicas, desestabilizo ciertas expectativas convencionales sobre hacer arte y hablar sobre arte, lo cual sigue constituyendo el terreno cognitivo compartido del arte avanzado actual. En este sentido, no es de extranar que, despues de haber implosionado y haberse reagrupado como una amplia variedad de practicas desafirmativas, en la actualidad sea objeto de tanta atencion critica y tanto debate. Desde 1990, una gran variedad de publicaciones y exposiciones han intentado historizar sus desafios, de tal manera que su atractivo intelectual ha alcanzado cierto tipo de alineacion practica con los problemas del arte contemporaneo (1). Que en parte estos escritos y exposiciones esten fomentados por la nostalgia o por el envoltorio comercial de la industria cultural, no altera el hecho de que las neurosis del arte conceptual nos siguen hablando y, en ese sentido, siguen abiertas a la disputa ideologica.