Las mujeres nos tiramos a los hombres

Tengo la certeza de que nos "tiramos a los hombres" de muchas formas, lo hacemos como madres, como hermanas, como educadoras, como compañeras de labores, como novias, como esposas, como amantes; sin embargo desconocemos qué piensan los hombres de nuestras actuaciones.

En aras del “amor” las mujeres desarrollamos comportamientos que anulan, que inhiben, que desesperan y que lo único que se logra es el que el hombre que comparte la cotidianidad quiera huir. La sobreprotección, los celos, la permisividad, la falta de respeto, son algunas de las razones por las cuales las mujeres nos tiramos a los hombres; unas veces con total conciencia de causa, otras por ingenuidad, otras por testarudez, algunas por brutas, por miedo, por demostrar superioridad, por no escuchar y la mayoría de veces por egoísmo. Pero no actuamos solas, los comportamientos nacen de lo que nos hacen sentir nuestros hombres. Fue así como en el transcurso de la investigación decidí que quienes debían hablar eran los hombres sobre lo qué les molesta de las mujeres que se insertan en sus vidas.

El Bar de las Zanahorias es el lugar donde transcurre el universo de las trece historias que componen el libro Las mujeres nos tiramos a los hombres; a este bar no solo arriban magníficas mujeres sino que se volvió un espacio para hombres singulares, aquellos que se cuestionan y hablan de lo que les está pasando, diría que hombres que han superado el qué dirán, que reconocen que expresar lo que se siente exorciza y que llorar también es de varones.