Los peluqueros que cambiaron el mundo

Tres amigos viven en un pueblo donde toda la gente tiene la cabeza unificada. Sin embargo, ellos advierten que en el interior de cada persona, existe una forma y unos colores únicos. 


Estos amigos son peluqueros, y se les ocurre empezar a peinar a los vecinos de las maneras más particulares y personalizadas. De a poco, cambian la cabeza de todos, en la cuadra y en el barrio. El éxito local resulta impresionante y pronto llegan personas de lugares lejanos y desconocidos a peinarse. 


Todo parece ir de maravilla, hasta que regresa a la peluquería un cliente a quien habían peinado con forma de helado, pero que -para cuando llegó a su casa- ya estaba derretido, porque donde vivía hacía demasiado calor para ese peinado.


Entonces, entienden que la forma y el color no estaban aislados, sino conectados con todo, y por lo tanto, los peinados tenían que adaptarse al ambiente donde vivía cada uno. 


¡Esto los entusiasma aún más! Así que preparan una peluquería rodante y parten a recorrer el planeta, peinando a las personas con su forma y su color, teniendo en cuenta el espacio particular donde habita cada una. Y así, empiezan a cambiar las cabezas… y a cambiar el mundo.