Luto. La Iniciativa de La Pérdida

Creo que tiene a ver con la falta económica de solidaridad, tal vez de una comunidad que se dio fuera de los anchos deseos de biens cultural social compartidos. Con la situación del momento en que vivimos o creemos por así decir, vivir hecho mariposas en el jardín del desconocido. De donde parte hasta adonde llega alguno es un embarazo de la cosa, del capullo que hace mariposa. La memoria, el pasado que llega hasta a sí mismo. Estamos en el hogar, en la interferencia perceptible que vamos solos, sin salgar a encuentros, sino a virtuales, fractales de coerências desplazadas en el tiempo, sin el tiempo, ni espacio sino anclaje arriba del esqueleto del lar.
Una casa no es una casa, ni promesa de volar fuera con garantía de volver. Libertad hecha de figuraciones, representaciones que el social no se le muestra, en claro, como se creyó ayer.
El vácuo entre territórios organizados de las leyes en el lugar. Sin, temporalmente espacios a conocer o de tornar camino. Sin, por lo tanto, en el momento, la configuración ética del posible. Habemos vivido solos. Ahora nos damos cuenta que si, estamos juntos, pero individualizados en nuestra individualidad, fuera de las relaciones que fueran transcripciones de una red, hilos paradigmáticos de una presencia enlazada con los demás.
La metamorfoses de larva hasta indivíduo que sin dárselo cuenta se descubre sin alas.