Manual del discipulado

No existe un llamamiento más elevado que la invitación a ser un discípulo de Cristo. Nada se compara con conocer y seguir al Salvador del mundo. Conocerlo equivale a amarlo, mientras que seguirlo constituye una maravillosa aventura. Sin embargo, la jornada del discipulado también está llena de problemas y obstáculos que amenazan con desviarnos de la senda estrecha que conduce al cielo. Si el diablo pudiera salirse con la suya, todo cristiano sería arrullado a un sueño espiritual o llevado a sendas prohibidas que lo alejarían de Dios. Por tanto, es necesario que después de ser bautizados continuemos creciendo para convertirnos en activos y maduros discípulos de Cristo.


El Manual del discipulado beneficiará a todo aquel que procure disfrutar de esa experiencia con Jesús. El mismo puede ser utilizado en el estudio personal, en escuelas sabáticas, en reuniones de oración, en grupos pequeños o en interacciones directas. Es más que un libro sobre el discipulado. Incluye todo lo necesario para un plan de discipulado de seis meses de duración, centrado en las iglesias adventistas y en sus miembros. El presente manual se elaboró intentando abarcar los aspectos más importantes del discipulado. La vida devocional, el testimonio personal, la vida en la iglesia, el estilo de vida cristiano y el evangelismo reciben un trato especial.


Los veintiséis capítulos del Manual del discipulado constituirán el núcleo del mismo número de reuniones semanales para los miembros nuevos, dirigidas por alguien de mayor experiencia. El apéndice A, «El plan del discipulado», esboza un sencillo proceso para que las congregaciones locales comiencen a utilizar el Manual del discipulado con el fin de instruir a cada miembro recién bautizado. También incluye bosquejos para las reuniones semanales, así como instrucciones detalladas para guiar a los facilitadores mientras ellos ayudan a los nuevos miembros a cimentarse en su fe y a integrarse mejor en el seno de la Iglesia.


El Manual del discipulado puede ayudar en la formación de hábitos espirituales correctos respecto a la oración, el estudio de la Biblia, la confraternidad y el ministerio sin tomar en cuenta el tiempo que alguien ha sido adventista del séptimo día. Si no se poseen estos componentes esenciales de la vida cristiana, estamos en peligro de tan solo tener una apariencia de piedad (ver 2 Tim. 3: 5). Si se lo utiliza con un corazón sincero, el Manual del discipulado llevará a sus lectores a estar más cerca de Cristo, de su Palabra y de su iglesia. Producirá un reavivamiento y una reforma en las congregaciones y en sus miembros. Ayudará tanto a miembros con experiencia como a nuevos conversos a mantener la fe ardiendo en sus corazones unida al amor a Cristo, así como a conservar sus vidas activas en el ministerio en favor de los demás. Nuestro sincero deseo y oración es que lo anterior sea experimentado por todo aquel que lea el presente manual.