"Sin límites"
Descripción editorial
"Sin límites"
Despertar
La luna colgaba baja sobre la ciudad de Nocturne, proyectando sombras plateadas que danzaban por las calles adoquinadas. El aire estaba cargado de susurros de sueños, un suave zumbido que latía a través de la noche. Lyra siempre lo había sentido: una conexión con algo que estaba más allá de su alcance. Esta noche, sin embargo, esa conexión revelaría su verdadero poder.
Mientras yacía en la cama, los restos de un sueño vívido se aferraban a ella como niebla. Había estado corriendo por un campo interminable de flores silvestres, los colores vivos y brillantes, cada pétalo relucía con vida propia. Pero había algo más: una sensación de ingravidez, como si la propia estructura de la realidad se estuviera doblegando a su voluntad.
—Lyra —llamó suavemente una voz desde las sombras. Era Evan, su mentor, cuya figura emergía de la oscuridad de su habitación como un espectro—. Debes despertar. Está sucediendo.
—¿Qué quieres decir? —Lyra se sentó, con el corazón acelerado—. ¿Qué está pasando?
—Los sueños —respondió con tono de urgencia— se están haciendo realidad. Estás empezando a aprovechar tus habilidades.
Parpadeó, todavía atrapada en el resplandor de su sueño. “Pero no lo entiendo. Pensé que los sueños eran solo… sueños”.
Evan se acercó un paso más y la luz de la luna iluminó su expresión seria. —No aquí, no en Nocturne. Aquí, los sueños pueden manifestarse. Pero también pueden provocar caos si no se controlan.
El peso de sus palabras se apoderó de ella, pesado y apremiante. “¿Qué caos?”
Respiró profundamente y su mirada no vaciló. —Debes venir conmigo. Necesitamos llevarte al Nexus. Estás en peligro, Lyra.
—¡No quiero ir a ningún lado! —protestó, poniéndose de pie—. ¿Y si no puedo controlarlo? ¿Y si lastimo a alguien?
—Confía en mí —la voz de Evan se suavizó, pero sus ojos tenían una intensidad que atravesó sus miedos—. No estarás sola. Lo resolveremos juntos.
Mientras lo miraba a los ojos, algo en su interior se agitó: un destello de determinación encendió su determinación. —Está bien. Muéstrame el camino.
Se adentraron en la noche y las calles de Nocturne cobraron vida con luces parpadeantes y sonidos etéreos. El Mercado de los Sueños estaba a unas pocas cuadras de distancia, un reino oculto donde los Tejedores de Sueños se reunían para compartir sus emociones y sueños. Lyra había oído rumores al respecto, pero nunca se había atrevido a aventurarse allí.
La entrada estaba marcada por un arco cubierto de enredaderas luminosas que emitían un suave resplandor. Evan la condujo a través de él y, cuando entraron, el mundo se transformó. Los puestos se alineaban en el mercado, cada uno rebosante de colores vivos y sonidos que parecían vivos. Los soñadores intercambiaban emociones vibrantes como si fueran moneda de cambio: la risa burbujeaba en un rincón, mientras que en otro, las sombras de la desesperación persistían, envueltas en una penumbra palpable.
—Aquí es donde todo sucede —dijo Evan, con voz llena de asombro—. Pero puede ser peligroso. Mantén la concentración.
Antes de que pudiera responder, se escuchó una carcajada cerca. Una tejedora de sueños con un cabello radiante estaba rodeada por un grupo de admiradores, evocando sin esfuerzo luz y color que giraban y giraban a su alrededor.
—¡Lyra! —Evan la hizo volver a prestarle atención—. Quédate cerca.
“¿Por qué estás tan preocupada?”, preguntó, atraída por la emoción del mercado. “¡Este lugar es increíble!”.
La expresión de Evan se endureció. —Porque no todos aquí tienen buenas intenciones. Los armonizadores y los disruptores están compitiendo por el control, y tú estás atrapado en el medio.
En ese momento, una figura envuelta en la oscuridad emergió de la multitud. Clara, miembro de los Armonizadores, exudaba un aire de autoridad mientras escudriñaba el mercado con ojos penetrantes. "Evan", llamó, su voz suave como la seda pero con un toque de amenaza. "No deberías estar aquí con ella".
Lyra sintió un escalofrío recorrerle la espalda. “¿Quién es ella?”
—Una ejecutora de los armonizadores —murmuró Evan, poniéndose de forma protectora frente a ella—. Cree en controlar a los tejedores de sueños y obligarnos a acatar sus reglas.
—Lyra —dijo Clara, y su mirada se desplazó hacia Lyra con una intensidad inquietante—. Tienes un don poco común. Únete a nosotras y te mostraremos cómo utilizarlo de manera responsable.