El Hombre

Es una novela polifónica y grupal, narrada por muchas voces, además de no ser lineal. En este inicio del libro, ni siquiera se narra una sola historia. El único punto de unión es que todo ocurre en el Texas mexicano del siglo XIX y en el Texas estadounidense del siglo XXI, ya con un fascismo derechista y retrógrado encima.
A través de la multitud de voces y de tiempos, nos vamos enterando de la historia y personalidad de los personajes y, sobre todo, la narración de hechos en el siglo XXI (2024), donde el legado del violento personaje principal es una rica, democrática y responsable empresa.
A través de las múltiples narraciones, nos vamos enterando de los detalles de muchas facetas del Texas decimonónico y el Texas actual: empresarial y derechista, de la evolución de Texas y los negocios del protagonista, su imperio familiar y, sobre todo, su sorprendente identidad y el destino de su némesis.
Las narraciones ya van dejando ver la historia principal y la multitud de personajes que participan en la trama.
Poco a poco, todas las narraciones convergen hacia una sola historia. Muchos de los acontecimientos que se narran (la independencia de Texas, la guerra civil estadounidense) son solamente acontecimientos que sucedieron dentro del marco de la narración principal. Más bien, el argumento es una analogía mencionada por Arriaga en una de sus narraciones en el libro: la historia del capitalismo en EE.UU.
A esta altura de la novela, las narraciones grupales ya van delineando una historia apasionante, multifacética: disfrazada bajo el aspecto de l narración de la subida al poder de una familia e industria, las diferentes voces nos narran diversos puntos de vista de la independencia de Texas, el esclavismo, la dura vida decimonónica, la extraña vida de libertad en éste siglo XXI y, sobre todo, el ascenso del salvaje capitalismo estadounidense.
Espero que todo lector que se aventure en la novela ya se haya dado cuenta de que todo el argumento principal queda totalmente definido a mitad de la novela: es básicamente la crónica de la formación de un par de fortunas familiares y su llegada al poder, todo a partir de un chamaco hábil y asesino que vivió muy intensamente las dificultades de una vida al borde de la supervivencia, pero que disfrutó y aprovechó dos o tres oportunidades (no muy claras, y que requirieron mucho trabajo y sacrificios) de progreso.
Y también espero que todos los lectores que nos aventuramos en este libro, sepamos que lo que queda es disfrutar de la imaginación, el trabajo literario y los buenos oficios de Guillermo Arriaga.
La historia se sigue afinando y transcurriendo como se espera, con un par de detallitos para hacer las narraciones más interesantes. Creo que cabe mencionar que Arriaga menciona varios hechos históricos, como la guerra mexico-estadounidense y la apropiación de un poco más del 50% del territorio mexicano, pero desde el punto de vista de los personajes.
Los protagonistas de la novela en tiempo presente buscan e investigan más de la historia de la familia, y en sus investigaciones se topan con historias por demás interesantes.
Las narraciones de los múltiples personajes narran todos los detalles históricos. Pero lo importante no es eso: nos vamos enterando de las motivaciones y personalidades de los participantes de la historia de lo que ahora conocemos como Historia.
Todos sabemos que la historia, la historia REAL de EE.UU., es un recuento de violencia, traiciones, intrigas y mentiras; por eso Arriaga repite múltiples veces, en voz de las múltiples narraciones de sus múltiples personajes, que la historia, obra y vida del personaje principal, Henry Lloyd es la historia del desarrollo de EE.UU. Las narraciones grupales y en diferentes marcos temporales, además de reafirmar la maestría y dominios literarios de Guillermo Arriaga, son una muestra clara y explícita de esto.
Y ya hacia el final de la novela, se empieza a narrar el final de la vida del personaje principal, Henry Lloyd. Todas las narraciones, en todos los tiempos, empiezan a convergir a su conclusión.
Todas las narraciones, cada voz que participa en la construcción de la novela, encuentra su clímax y una digna conclusión (una de las subtramas concluye con un final digno de Sergio Leone y sus Spaghetthi Westerns, pero, a fin de cuentas, el autor es el mero dueño de las canicas, ¿no?, y puede jugarlas como se le pegue la gana).

La conclusión de la subtrama de 2024 está basada en lo que está pasando en EE.UU. con Donald Trump y su movimiento de extrema derecha y un análisis tipo propuesta (muy entre líneas, por supuesto) de una posible solución o por lo menos una forma de encarar el desastre.
El otro punto curioso es que Guillermo Arriaga debe haberse dado gusto escribiendo esta novela. Es bastante conocido su gusto por la caza (hecho que le causó muchas críticas y opiniones de odio sobre todo después de su pelea con Alejandro González Iñárritu) y por la ambientación y detalles alrededor de ésta. Muchos de los pasajes de la novela (Texas en el siglo XIX) encajan perfectamente con los gustos de Arriaga.

Maestría del genio Arriaga, su imaginación y talento sin límites no permiten soltar la lectura

Leer a Arriaga nunca decepciona, el hombre no es la excepción, es espectacular la manera en la que aborda la perspectiva de cada uno de los personajes, el vocabulario, las expresiones y cada detalle. Lo recomiendo ampliamente, de esas lecturas que no quieres terminar. Arriaga magnífico escritor!